Recuerdo momentos de mi infancia, saturada de felicidad tácita,recuerdo alguna vez, haber leído sobre la sabiduría de Salomón, "oh! my"; lo recuerdo y todavía tiemblo, fue entonces cuando realmente oré sin siquiera saber lo que estaba haciendo, solo pretendí haber corroborado la mayor ilusión de mi corta vida (aún no dilucidaba tal forma de pensar, creo que eso es claro sin el afán de errar) Dios me escucha, y si lo hace: pedí con todos las fuerzas de mi corazón ser más sabio que él.
Siempre pretendí ser sabio, nunca lo he conseguido;aunque la voz egocéntrica universal (creo) me ha engañado muchas veces (más de las que, posiblemente, he admitido) diciendo que es una realidad, que soy sabio.
Sabiduría: "estado" del cual siempre pretendo extraer sentido, principalmente para la concepción del sentido de la vida, aunque su diversidad y complejidad me ha dirigido a muchos lugares (no precisamente capturados por el sentido de la vista sino por la magnifica e inmensurable imaginación), desde la eufórica y efímera sensación de real libertad hasta la mas encerrada concepción de un problema irremediable (material o espiritual)
